En el marco de nuestra labor para la conservación de las aves carroñeras y la mitigación de impactos en su hábitat, Colectivo Azálvaro ha suscrito un acuerdo con Enel Green Power España para impulsar un estudio sobre el comportamiento de las aves necrófagas de interés comunitario en puntos de alimentación suplementaria o muladares.

Este proyecto busca comprender y modificar la dinámica de alimentación de estas aves en la provincia de Ávila, donde la atracción del Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (CTRSU) Ávila Norte ha generado un incremento anómalo del tráfico de aves, con los consiguientes riesgos de colisión en infraestructuras eléctricas y parques eólicos.

El proyecto, por tanto, no solo busca mitigar un problema local, sino que se alinea con una estrategia de conservación más amplia, compatible con la protección de la biodiversidad en espacios incluidos en la Red Natura 2000, como Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos, y en entornos de alto valor ecológico como el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Objetivos principales del proyecto:

✔️ Proveer una alternativa segura y sostenible de alimentación mediante la gestión de los muladares autorizados en El Espinar, a través del sistema ARCAN.
✔️ Monitorizar los movimientos de las aves necrófagas y analizar su comportamiento ante la disponibilidad de estos puntos de alimentación suplementaria.
✔️ Evaluar la eficacia de los muladares en la reducción de la atracción del CTRSU y su impacto en la dispersión de las aves.
✔️ Elaborar un estudio detallado que permita optimizar la gestión de los muladares y su papel en la conservación de la biodiversidad.

Este esfuerzo conjunto contribuirá al equilibrio ecológico de las poblaciones de rapaces necrófagas en el área de estudio y fomentará prácticas de conservación alineadas con el uso sostenible de los recursos naturales.

¿Por qué es necesario este proyecto?

Las instalaciones de tratamiento de residuos han modificado drásticamente el comportamiento alimenticio de las aves necrófagas. La atracción que ejercen los vertederos ha llevado a un aumento en la concentración de estas especies en torno a estos emplazamientos, exponiéndolas a riesgos de mortalidad antropogénica, como las colisiones con los parques eólicos, tendidos y postes eléctricos o la ingestión de sustancias nocivas, con graves consecuencias para sus poblaciones.

📍 Imagen: Mapa con localizaciones obtenidas a partir del seguimiento de un buitre negro equipado con emisor GPS en el Valle del Lozoya, dentro del Programa Migra de SEO/BirdLife.

Para revertir esta situación, los muladares autorizados de El Espinar actúan como punto de alimentación alternativo, reduciendo la dependencia de las aves respecto al vertedero del CTR Ávila-Norte. Su mantenimiento y gestión permiten minimizar los impactos negativos asociados al vertedero, ofreciendo una solución efectiva para la conservación de especies necrófagas de interés comunitario.

Monitorización y Gestión de Muladares como Estrategia de Conservación de Aves Necrófagas

Para evaluar la efectividad de los muladares como medida de mitigación y garantizar su impacto positivo en la conservación de las aves necrófagas, el proyecto incorpora un programa de monitorización y seguimiento basado en censos sistemáticos y tecnología de telemetría o seguimiento remoto de las aves. Se realizan censos semanales de aves necrófagas en los muladares de El Espinar y su entorno, registrando la presencia y comportamiento de las especies objetivo, con especial atención al buitre negro (Aegypius monachus) y al milano real (Milvus milvus).

Además, el seguimiento de individuos equipados con emisores GPS, en colaboración con iniciativas como el proyecto LIFE Eurokite, nos permite analizar los movimientos de estas aves, su uso del espacio y su fidelidad a los puntos de alimentación alternativos. Toda la información obtenida se integra en una memoria mensual de actuaciones, facilitando la evaluación continua del proyecto y la optimización de la gestión de los muladares.

Desde una perspectiva más amplia, esta iniciativa representa un modelo de gestión con criterios biológicos que podría ser replicado en otras áreas donde los vertederos están modificando el comportamiento alimenticio de las especies necrófagas, con graves consecuencias para sus poblaciones. El establecimiento de puntos de alimentación estratégicos no solo contribuye a minimizar la atracción de aves hacia vertederos y su exposición a sustancias tóxicas y evitar posibles causas de mortalidad antropogénica, sino que además refuerza la viabilidad de sus poblaciones al proporcionarles fuentes de alimento seguras y reguladas.