PUNTO NEGRO enmarcado en el Proyecto PON UN TENDIDO EN TU PUNTO DE MIRA en la Provincia de Segovia
El 15 de octubre en una nueva inspección del tendido Campo de San Pedro- Riaguas de San Bartolomé, fue encontrado un nuevo ejemplar de Buitre leonado muerto por electrocución en el mismo apoyo donde el pasado mes de mayo, fueron localizados dos cadáveres de Buitres leonados muertos por las mismas causas, en la línea eléctrica propiedad de Unión FENOSA, convirtiéndose en un PUNTO NEGRO para la avifauna.
Considerando que las características de este poste con apoyo metálico horizontal en comparación a los demás apoyos de la línea, entraña una peligrosidad alta para las avifauna, ya que mantienen los cables de conexión a la cruceta en una posición extendida, que puede contactar con las aves al posarse estas en la base del apoyo.
Consideramos de carácter URGENTE la previsión de medidas correctoras que supriman los principales impactos producidos sobre la avifauna, en su fase de funcionamiento, a consecuencia de las electrocuciones con la línea. Es por ello que el Colectivo Azálvaro se suma a la iniciativa de la Red de voluntariado para la localización de tendidos eléctricos peligrosos para las aves, y exigir con antecedentes su modificación según los parámetros anti-electrocución.
http://objetivotendidos.blogspot.com.es/
Historial de la línea:
Con la idea de disminuir el impacto de los tendidos eléctricos en la avifauna local, se estableció, en el año 2000, un acuerdo de colaboración entre WWF/Adena junto con Unión FENOSA*, que incluía, entre otras medidas, la realización de un seguimiento pormenorizado de la línea de Campo de San Pedro, el de mayor siniestralidad en el entorno del Refugio, el diseño de medidas correctoras y la publicación de un folleto divulgativo titulado Aves y tendidos eléctricos. Finalmente, en octubre de 2004, Unión FENOSA llevaba a cabo la aplicación de medidas correctoras, que consistieron en el traslado de parte del tendido eléctrico, unido a la sustitución de las torretas por otras que ofrecen menos riesgos de electrocución y a la señalización de los cables mediante salvapájaros, como medida para prevenir las colisiones. A pesar de que la remodelación ha implicado una reducción notable de la mortalidad en este punto, no parece que las medidas aplicadas hayan sido suficientes para erradicarla completamente, ya que en la actualidad siguen registrándose casos de muerte por colisión y electrocución, por lo que continuaremos trabajando desde la organización Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas (SIECE) y el Colectivo Azálvaro, para intentar buscar soluciones a esta problemática, que posiblemente tendrá que pasar por un cambio de ubicación del comedero de Campo de San Pedro, si los impacto sobre la avifauna siguen produciéndose, en su fase de funcionamiento, a consecuencia de las posibles colisiones y electrocuciones con la línea.
*El tendido que une Campo de San Pedro y Ayllon representaba un peligro para la fauna (más de 40 aves muertas entre 1989 y 1990). En 1991 se llevó a cabo la instalación de fundas en los 10 postes más peligrosos y a la colocación de salva-pájaros en los cables. Los resultados fueron esperanzadores, pero todo cambio cuando las fundas comenzaron a deteriorarse y se construyó un comedero para aves rapaces a menos de 1 km del tendido (mayor trasiego de aves). Entre 1992 y 1999 se recogieron 8 aves accidentadas por año, en un tramo de apenas 3 km (electrocuciones 57% y colisiones 43%).
Por otro lado, según los datos recopilados por miembros del Fondo para el Refugio o por la guardería y demás personal del WWF/Adena en el Refugio, o publicados en las Hojas Informativas sobre el Refugio, en los tendidos eléctricos próximos a Campo de San Pedro han muerto, desde 1975, no menos de 232 aves (incluyendo 198 rapaces, de las que 126 son buitres leonados). De ellas, 149 aves (incluyendo 127 rapaces, de las que 83 son buitres leonados) han muerto en los dieciocho últimos años, después del aislamiento parcial realizado en 1995. Y 25 de estas aves (21 buitres leonados, un alimoche, un halcón peregrino, un cernícalo vulgar, y una cigüeña blanca) han muerto después de la modificación realizada en el verano / otoño de 2004″.
Fernández y Fernández-Arroyo, F. J. (2014). Hoja Informativa sobre el Refugio de Rapaces de Montejo, Nº 41. Editada por el autor. Madrid. Página 243.